¿Tetista o culista?

Como todas sabéis, estamos en el año de Darwin. Las charlas, conferencias y actos sobre la evolución afloran por doquier y es un excelente momento para obtener audiencia hablando de tetas y evolución.

(Polibollita y lesvi's, lo sé. Esto es intrusismo y lo demás tonterías)

A lo que iba, sobre el tamaño de los pechos y la atracción sexual que ellos despiertan existen muchos mitos y falsedades. Es innegable que un gran tamaño de las delanteras (hasta ciertos límites en que ya resulta grotesco) es un poderoso estímulo sexual. Ahí estuvo el artículo de Ricardo Mena Las tetas más grandes del mundo entre los más vistos en soitu.es durante semanas respaldando esta afirmación. También existen dichos muy conocidos como aquel tiran más dos tetas que dos carretas reflejando su poder de persuasión.

Los pechos han sido muy estudiados por ciencias como la antropología. Desde un punto de vista evolutivo, sin embargo, no está aún claro en la actualidad por qué los pechos grandes tienen tanta importancia, algo que resulta muy distinto para las caderas donde se tiene bastante claro que la atracción sexual que despiertan unas caderas anchas se asocia de forma importante con una mayor capacidad para dar a luz sin problemas en el transcurso del parto.

En la actualidad, las hipótesis más fuertes sobre la explicación evolutiva de los pechos grandes son las siguientes:

1. En el pasado, una mujer con unos pechos grandes (recordemos que se asocia a abundante grasa) era señal de un buen estado de nutrición. Esta señal reflejaba las posibilidades de supervivencia de ésta así como también de disponer de las suficientes reservas nutritivas para que la lactancia fuera viable.

2. A lo largo del ciclo menstrual, los pechos van sufriendo variaciones visibles en su volumen. Normalmente, su mayor volumen suele ser durante la ovulación, momento de máxima fertilidad. El aumento de volumen de los pechos se convertiría, por tanto, en una señal que avisara al varón de ese momento.

3. Los pechos grandes como pura señal sexual, sustituto frontal de las nalgas. La bipedestación dejó ocultas las señales sexuales de las nalgas e hizo necesaria una potente señal sexual que fuera percibida de frente (como suelen relacionarse los seres humanos). De esta forma, los pechos aumentaron su volumen con el paso de los años.

Cada una de estas hipótesis tiene también sus puntos débiles y muy probablemente la explicación real se esconda en la combinación de varias de ellas.

Y ahora, la pregunta de la semana:

¿Cómo te declaras, culista o tetista? ¡Eh, que no es una cuestión sin importancia!

Se hace preciso elegir, mientas estemos sobrias, un patrón de comportamiento suficientemente fuerte y arraigado en nuestra mente que te sirva de ancla en las noches en las que el ron quiera elegir por ti a la chica que, no nos engañemos, te rechazará esa noche.

Si nos van a rechazar, que sea siguiendo nuestros principios.