Amores Revueltos I

Hace tiempo, demasiado ya para mi limitada paciencia, alucine al ver como en Amar en Tiempos Revueltos comenzaba a gestarse lo que parecía una inminente historia lésbica entre dos de sus protagonistas, desde ese momento, esta serie famosa por ser la favorita de madres y sobre todo abuelas, se convirtió en mi frikiobsesion. El caso es que ha pasado más de un año y ahí seguimos, esperando que la cosa al fin explote y se lancen al amor prohibido. Como en estos días parece que la cosa vuelve a calentarse, me decidido de una vez por todas a poneros al día de la historia y hacer un resumen a aquellas a las que estos amores revueltos les suenen un poco a chino.

Empecemos presentando a nuestras protagonistas, por un lado tenemos a Ana Rivas, la niña rica, moderna y liberal, ella vive con sus padres y su “madre-abuela” (si habéis leído bien, pero explicar esto ya por si solo nos llevaría todo un post, estas novelas es lo que tienen). Su padre es el dueño de los almacenes Rivas y ella, que pretende ser una chica normal decide que quiere trabajar como dependienta sin que nadie sepa del parentesco que les une.

Es ahora cuando aparece en escena Teresa, que es una chica de pueblo, que acaba de llegar a la ciudad para vivir con su madre acompañada de su hermano Alfonso y que gracias a la ayuda de Ana consigue trabajar como dependienta en los almacenes.

Ana y Teresa trabajan juntas, y se hacen intimas amigas, pero cuando parecía que todo era felicidad en los jardines de bollilandia, surge el primer encontronazo entre ellas, Teresa se entera de que Ana es la hija del jefe y se toma fatal el hecho de que no le contara la verdad desde el principio (aquí es cuando nos empezamos a dar cuenta de que Teresa es, digamos, un tanto rencorosilla). Tras un tiempo de frialdad e indiferencia, se reconcilian y vuelven a ser amigas.

Entre tanto, Teresa anda ya tonteando con Héctor, uno de los policías de la comisaría del barrio. Entonces, por algún motivo que aun no logro entender, Ana se mete en medio e intenta seducir a Héctor, no sabemos si para alejarlo de Teresa, o simplemente porque se le va la olla, lo cual provoca un nuevo distanciamiento de nuestras protagonistas.

Recuperadas de este nuevo enfado, siguen adelante con esa amistad que cada vez se volviendo más especial, pero aun así, Ana, comienza una relación un tanto tortuosa con Alfonso, el hermano de Teresa, de modo que tenemos a nuestras dos chicas emparejadas y sin ser aun conscientes de la naturaleza de los sentimientos que las unen.

Es entonces cuando, debido a unas insinuaciones llegadas por parte de la “madre-abuela” de Ana, Teresa comienza a temer que sus sentimientos estén yendo más allá de la pura amistad. Es entonces cuando ocurre esto.

Tras este beso y la conversación de después, a Teresa no se le ocurre otra cosa que ir corriendo a acostarse con Héctor, probablemente para demostrarse a sí misma que los bollerismos no van con ella y lo del beso del ascensor fue una pura anécdota, total que después del subidón nos quedamos con un palmo de narices.

Ambas, siguen con sus vidas haciendo como si no hubiera ocurrido nada, hasta que un día, en casa Ana y con unas copitas de mas, vuelven a las andadas

Mencion especial a esa escenita recién levantadas…eso es un tonteo y lo demás son cuentos.

Y volvemos a donde estábamos, ellas siguen haciendo como que no pasa nada, pero a la vez tienen momentos de tonteo sutil y así hasta que termina la 4º temporada, con ellas “felizmente” comprometidas con sus respectivos novios y prometiéndose estar juntas para siempre, como amigas, claro, no se vaya a pensar alguien lo contrario.

Dado que resumir un año y medio de dudas bolleriles es muy largo y aun queda mucha tela que cortar, ¡¡os espero en la segunda parte!!


En el canal de youtube de TrueLilith podeis poneros al día de toda la historia gracias a sus estupendos resumenes.
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