Ya hemos hablado de las “extrañas coincidencias” de encontrar bollitos por todas partes (¿seguro que la comunidad lésbica es una minoría?) y también se ha hablado de nuestro especial “sexto sentido”, comúnmente conocido como “bollo-radar”. Sin embargo, como mi capacidad para detectar si una chica entiende o no es nula, aunque el 100% de la población femenina fuera lesbiana yo no me enteraría... Como recompensa de esa ausencia, las diosas me regalaron una nueva cualidad, la “bollo-atracción”, que se remonta hasta mi infancia, cuando visionando a mis amistades, veo que muchas ya estaban en el lado oscuro…
Hoy día parece que siempre me rodeo de chicas que entienden… ¿por qué será?
La formación de Guetos.
A veces la gente se pregunta por qué las bollo nos rodeamos de bollos. Está claro: somos una mafia.
Hoy día parece que siempre me rodeo de chicas que entienden… ¿por qué será?
La formación de Guetos.
A veces la gente se pregunta por qué las bollo nos rodeamos de bollos. Está claro: somos una mafia.
Lesbiana llama a lesbiana.
Tú coges a tus tres amigas y vas a un bar. El radar de alguna salta, tú miras y ¿qué ves?: a la camarera. La camarera te mira, se acerca, ve la bandera gay compuesta por todo tipo de objetos que hemos depositado “discretamente” sobre la mesa, sonríe y se va. Nosotras, tras ingerir lo suficiente como para hacerla venir a la mesa el mayor número de veces posible, también nos vamos, aunque sabemos que volveremos al día siguiente. Para entonces, la camarera ya nos trata como si te conociera de toda la vida. Nosotras la observamos: es buena gente, creemos que está de nuestra parte. La cosa se complica cuando a parte de la camarera uno, llegan la camarera dos y la camarera tres… Y quién diría que no todas se encuentren en el lado oscuro…
¿Extrañas coincidencias? Dejas de pensar eso cuando la historia se repite en más de un local. Es así como nos vamos fabricando nuestros lugares habituales donde pasar el tiempo libre (porque estudiar demasiado nunca es bueno para la salud y hay que salir de vez en cuando), ya que son esos los locales en los que más nos miman.
La familia… Es la familia.
De camareras, pasan a ser colegas y el gueto aumenta y se refuerza.
Y no sólo nos ocurre en los bares, no. El cine: ese lugar tan oscuro donde también nos refugiamos. Película heterosexual, sala amplia y muchos sitios libres. Nos toca la fila 13, me pido el asiento 13. Nos sentamos y veo que a mi izquierda los asientos están ocupados por dos chicas. Como no tengo radar: a mí no me alarma nada. ¡Pero ahí estaban!, convirtiendo esa fila 13 en la “fila bollo”, dos lindas muchachitas acarameladas y disfrutando de su amor… ¿Pura coincidencia? Yo quiero pensar que no… Otra prueba más de los lazos que nos une la sangre real lesbiana es que al final de la película, como aquellas que se conocen de toda la vida, terminé hablando con mi “silla izquierda” de la bonita anatomía de los pechos de Sandra Bullock.
Y no sólo nos ocurre en los bares, no. El cine: ese lugar tan oscuro donde también nos refugiamos. Película heterosexual, sala amplia y muchos sitios libres. Nos toca la fila 13, me pido el asiento 13. Nos sentamos y veo que a mi izquierda los asientos están ocupados por dos chicas. Como no tengo radar: a mí no me alarma nada. ¡Pero ahí estaban!, convirtiendo esa fila 13 en la “fila bollo”, dos lindas muchachitas acarameladas y disfrutando de su amor… ¿Pura coincidencia? Yo quiero pensar que no… Otra prueba más de los lazos que nos une la sangre real lesbiana es que al final de la película, como aquellas que se conocen de toda la vida, terminé hablando con mi “silla izquierda” de la bonita anatomía de los pechos de Sandra Bullock.
Resumen: Todas las lesbianas somos como hermanas
(Por favor, recalquemos ese “como” para evitar confusiones).
(Por favor, recalquemos ese “como” para evitar confusiones).
¡Vivan los Guetos!
Esta tercera parte del post se hace en honor a un día de fiesta cualquiera. Las cuatro “badabolloworlderas” vamos al local de costumbre. El radar pita al unísono: algo se esconde entre las mesas. Nos sentamos y de repente a lejos se escuchaban campanas. Ese sonido nos era familiar: lo que suena… ¿no es un bollo radar ajeno al nuestro? Supimos que sonaba a causa de nosotras cuando llega una de nuestras camareras y nos dice que las chicas del fondo nos invitan a una ronda. Aceptamos y le devolvemos la invitación. Y así, ensordecidas por el sonido agudo de su bollo-radar y el nuestro, fue como decidimos irnos de juerga, preguntándonos por qué siempre nos ocurren cosas tan extrañas.
Esta tercera parte del post se hace en honor a un día de fiesta cualquiera. Las cuatro “badabolloworlderas” vamos al local de costumbre. El radar pita al unísono: algo se esconde entre las mesas. Nos sentamos y de repente a lejos se escuchaban campanas. Ese sonido nos era familiar: lo que suena… ¿no es un bollo radar ajeno al nuestro? Supimos que sonaba a causa de nosotras cuando llega una de nuestras camareras y nos dice que las chicas del fondo nos invitan a una ronda. Aceptamos y le devolvemos la invitación. Y así, ensordecidas por el sonido agudo de su bollo-radar y el nuestro, fue como decidimos irnos de juerga, preguntándonos por qué siempre nos ocurren cosas tan extrañas.
Entonces recordamos la razón por la que creamos este blog...
5 comentarios:
Nenitas.... si es que, lo que no nos pase a nosotras... no le pasa a naide!! Pero real como la vida misma eh!!
Nota: "A veces la gente se pregunta por qué las bollo nos rodeamos de bollos. Está claro: somos una mafia." ........ "La familia… Es la familia."
jajaja... muy buena la comparación... pero para que conste, nosotras no vamos con pistolas por la calle, eh!!
Muy buena explicación sobre el bollo-radar, aunque te falta explicar qué objetos dejas encima de la mesa.
Bsos.
Objetos muy cotidianos, gay: doy fe de ello. Nuestros "abalorios" no son más que mecheros y fundas de móvil con la bandera "orgullosa". Si es que somos pura discreción... xD!
muy buena tu exlpicacion de este nuestro "radar"....si señorita...pero hay que ponerlo en práctica...pq se llega a kedar casi sin pilar de no usarlo....jajaja
Un besote
Ah! si duios kiere...algun dia ire con pistola
jajajaja...una bollo armada! jajaja....
¡jajaja, Pilar! Tú tranquila que no se me queda sin pilas: en esta ciudad es casi imposible tenerlo apagado un minuto.
Muack!
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